Desde los escenarios de ópera hasta el trabajo comunitario, demuestran que mantenerse activo, evitar pensar demasiado y cultivar las amistades íntimas puede ser la fórmula más poderosa para envejecer bien.

La Dra. Susan Coetzer, médico especialista y geriatra, afirma que, aunque la genética desempeña un papel en cómo envejecemos, nuestros hábitos diarios importan más.