La revisión de las jirafas fue calificada de "vital" por los científicos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza(UICN) que dirigieron el trabajo, para evaluar mejor su estado de conservación y orientar las medidas para protegerlas.

Históricamente, las jirafas se han clasificado como una sola especie con nueve subespecies, pero durante mucho tiempo ha habido incertidumbre sobre su taxonomía, es decir, la forma en que se nombran, describen y clasifican las plantas, los animales y los microorganismos.

También urge mejorar la planificación de la conservación de las jirafas, que en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN están clasificadas como "vulnerables" a la extinción debido a la disminución de su número, y varias de las subespecies existentes están clasificadas como en peligro o incluso en peligro crítico.

Una revisión taxonómica realizada por un grupo de trabajo de la UICN evaluó los datos genéticos, que mostraron un ADN con grandes diferencias entre varios linajes de jirafas, lo que apoya el reconocimiento de diferentes especies, señalaron los expertos.

La revisión también examinó diferencias notables, como la estructura del cráneo y la forma de los huesos, entre regiones y características naturales, como grandes ríos, valles de fisura y zonas desérticas en África, que podrían haber aislado a las poblaciones de jirafas entre sí y haberlas convertido en especies diferentes.

Como resultado de la evaluación, se han reconocido oficialmente cuatro especies distintas de jirafa, con varias subespecies reconocidas.

Los expertos afirman que permitirá comprender mejor las amenazas y oportunidades de conservación a las que se enfrentan en las diversas regiones de África en las que viven.

Michael Brown, de la UICN, uno de los coautores de la evaluación, declaró: "Esta revisión taxonómica sin precedentes realizada por el grupo de especialistas en jirafas y okapis de la UICN refleja los mejores conocimientos científicos disponibles y proporciona un marco normalizado a escala mundial para informar sobre la conservación.

"Reconocer estas cuatro especies es vital no sólo para realizar evaluaciones precisas de la Lista Roja de la UICN, sino también para llevar a cabo acciones de conservación específicas y una gestión coordinada más allá de las fronteras nacionales.

"Cuanto más precisa sea nuestra comprensión de la taxonomía de las jirafas, mejor equipados estaremos para evaluar su situación y aplicar estrategias de conservación eficaces".

Las cuatro especies son: La jirafa septentrional, con las subespecies jirafa de África Occidental, jirafa de Kordofán y jirafa de Nubia; la jirafa reticulada; la jirafa masái, con las subespecies jirafa masái y jirafa de Luangwa/Thornicroft; y la jirafa meridional, con las subespecies jirafa sudafricana y jirafa angoleña.