El SEF ha anunciado en un comunicado que la investigación comenzó en 2016 y que el acusado se dedicaba exclusivamente "a ayudar a la entrada, estancia y tránsito irregular de ciudadanos extranjeros en el territorio nacional", concretamente de menores procedentes de Congo, Senegal, Gambia y Mali.

"Recibía información previa y detallada sobre la llegada de estos extranjeros al aeropuerto internacional de Lisboa y acudía a él cada vez que el SEF les denegaba la entrada en Portugal por llevar documentación falsa o ajena. El abogado se dirigía a ellos y presentaba en su nombre solicitudes de asilo para que pudieran entrar y permanecer en el país", dice el comunicado.

El SEF también mencionó que el abogado, de 42 años y residente en el área metropolitana de Lisboa, actuaba "siempre a cambio de dinero" y recibía entre 1.000 y 1.700 euros por cada solicitud de asilo, habiendo sido el agente en más de un centenar de solicitudes.