El sindicato ha calificado de "desafortunadas" las declaraciones del alcalde de Oporto, que defendió el fin de AIMA tras el ataque a inmigrantes en la ciudad la semana pasada.
"AIMA y sus trabajadores no servirán de "chivos expiatorios" de la incapacidad manifiesta de otros", advierte el Sindicato de Empleados de Servicios de Extranjeros y Fronteras (SINSEF), en una reacción a las declaraciones del presidente de la Cámara de Oporto, Rui Moreira.
Rui Moreira había afirmado que el ataque contra inmigrantes, ocurrido en la madrugada del viernes, es "inaceptable y un crimen de odio", defendiendo el fin de la Agencia para la Integración de los Inmigrantes y el Asilo (AIMA) y la utilización de los recursos de que dispone para que los municipios puedan responder y reforzar las fuerzas policiales con los medios que actualmente no tienen para combatir la delincuencia.
"Repito, AIMA es una agencia inoperante que despilfarra dinero público sin cumplir la misión que se propone y, por tanto, debe ser extinguida", insistió.
A pesar de reconocer "las debilidades" que existen en la recién creada agencia, el sindicato argumenta, sin embargo, que éstas "no sirven para justificar la inoperancia de otros órganos y, en particular, del Ayuntamiento de Oporto en materia de seguridad".
"Este Sindicato sugiere que, antes de hacer comunicados con intenciones manipuladoras y desestimar responsabilidades en materia de seguridad que competen a los servicios municipales, que lea las competencias de AIMA", reta el sindicato.
En un comunicado, en el que repudia las "desafortunadas" declaraciones del alcalde, la organización que representa a los trabajadores afirma que la Agencia no tiene ninguna competencia ni responsabilidad en materia de orden público o seguridad.
"Si los conflictos ocurridos en Oporto (y que todos repudiamos) sólo implicasen a ciudadanos nacionales, ¿atribuiría también el alcalde la responsabilidad de los mismos al Instituto de los Registros y del Notariado, y obviamente exigiría su extinción?", se preguntan.
En la madrugada del viernes se produjeron tres agresiones a inmigrantes en la zona de Campo 24 de Agosto, en la Rua do Bonfim y en la Rua Fernandes Tomás, en Oporto.
Según la PSP, los ataques fueron perpetrados por varios grupos, y cinco inmigrantes fueron trasladados al hospital debido a las heridas sufridas.
Tras los ataques, se identificó a seis hombres y se detuvo a uno por tenencia ilícita de armas.
Ante la sospecha de la existencia de un delito de odio, el caso está siendo investigado por la Policía Judicial.
En una respuesta escrita a Lusa, AIMA condenó y repudió los actos de violencia contra inmigrantes en Oporto, calificándolos de inaceptables y especialmente graves si se confirma la motivación de odio racial y xenófobo.
AIMA añade que ha estado siguiendo los acontecimientos desde que tuvo conocimiento de ellos y, en cooperación con las diversas entidades implicadas, a saber, la investigación criminal, municipal, local, hospitalaria, y la sociedad civil, como las asociaciones de inmigrantes, para obtener información fiable y proporcionar todo el apoyo necesario en el ámbito de [sus] responsabilidades".
AIMA afirma también que, con el fin de obtener más información y promover acciones concertadas, se puso en contacto el sábado con el Ayuntamiento de Oporto.
Para la organización, "todas las entidades y la sociedad están, por lo tanto, llamadas a actuar, expresando un compromiso inequívoco en la lucha contra todas las situaciones de violencia contra las personas residentes en Portugal".
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