Según un comunicado del SEF, la semana pasada se leyó la sentencia contra dos mujeres portuguesas, de 57 y 39 años, que fueron condenadas a penas de prisión de tres años y nueve meses y de dos años y dos meses, respectivamente, por cometer los delitos de ayuda a la inmigración ilegal y de captación de mano de obra ilegal.
Los delitos investigados por el SEF se remontan a julio de 2016, cuando las dos mujeres reclutaron a varios ciudadanos de origen hindú (India, Bangladés y Pakistán) en la zona de Martim Moniz, en Lisboa (India, Bangladés y Pakistán), para trabajar en la empresa agrícola a la que representaban, en Famalicão, "prometiendo una mayor ayuda para su legalización, ya que todos ellos se encontraban en situación irregular en territorio nacional".
Según el servicio que controla las fronteras portuguesas, en septiembre de ese mismo año, uno de los acusados trasladó a los ciudadanos al Algarve, donde fueron alojados en contenedores en una finca.
El tribunal ha constatado ahora que los ciudadanos eran explotados laboralmente, "trabajando entre ocho y doce horas diarias, siete días a la semana, no siendo compensados monetariamente por el trabajo, ni habiendo recibido la cantidad acordada ni la prestación de alimentos".
El comunicado del SEF también señala que ha quedado probado que los acusados "se aprovecharon de la fragilidad en la que se encontraban estos ciudadanos extranjeros".
"El grupo de jueces entendió que los acusados sabían que al contratar, transportar, alojar y beneficiarse del trabajo de estos ciudadanos extranjeros, favorecían y facilitaban la estancia ilegal de los mismos en territorio nacional", concluye el SEF.