Según Deco Alerta- Asociación Portuguesa para la Protección del Consumidor y recogido por idealista/news existen normas específicas en Portugal que los propietarios de mascotas deben conocer.
La primera norma es muy clara: los animales de compañía sólo pueden permanecer en un apartamento o casa, en zonas urbanas, si existen buenas condiciones de habitabilidad, sin riesgo para la salud de los vecinos ni problemas de higiene.
En un apartamento pueden cohabitar hasta tres perros o cuatro gatos, sin que el número total de todos los animales de compañía supere nunca los cuatro.
Este número sólo puede superarse, hasta seis, con la autorización del ayuntamiento, previo dictamen favorable del veterinario municipal y del delegado de salud.
La presencia de animales en el interior de la vivienda sólo puede incluirse en el reglamento del condominio si se aprueba por unanimidad. Sin embargo, el reglamento de condominio puede ser más estricto y establecer un límite inferior e incluso prohibir la presencia de animales en las fracciones autónomas.
Aunque los copropietarios no pueden prohibir la existencia de animales en los pisos de los vecinos, salvo que exista un acuerdo entre ellos o que esta prohibición esté establecida en el título constitutivo de la propiedad horizontal, no ocurre lo mismo con las zonas comunes. Por tanto, pueden decidir por mayoría simple prohibir la permanencia de animales en estas zonas, salvaguardando el correcto paso hacia y desde la vivienda.
Por ejemplo, un perro de una raza clasificada como potencialmente peligrosa no puede circular solo por las zonas comunes del edificio, debe ir siempre acompañado por el propietario y utilizar correa y bozal funcional.