Por ello, "la APAT pide que se llegue a un entendimiento lo antes posible, ya que, además de los perjuicios causados directamente a nuestras empresas y personas, también causa daños a la imagen de Portugal y de los puertos portugueses", afirmó la asociación.
Según la asociación, "aunque no es posible afirmarlo con un alto grado de certeza, estimamos que una huelga de estas características y dimensión podría tener un impacto en el comercio internacional de alrededor de 100 a 150 millones de euros/día en el país".
APAT destacó que, "después de acontecimientos excesivamente penalizadores para todos, desde el covid-19, la guerra, la inflación y el precio de la energía", entiende que el sector no debe "ser el añadido a posibles crisis sociales, provocadas por la falta de productos de primera necesidad y aún más motivos para nuevas subidas de precios".
"Oportunamente nos dimos cuenta de que las cadenas de suministro bien engrasadas y agilizadas son fundamentales para el crecimiento, la sostenibilidad ambiental, social y económica, y si todos formamos parte de la cadena de suministro, todos debemos tener la comprensión necesaria de la importancia que tenemos en el proceso y todos debemos tener una posición más conciliadora", defendió.
"Si el derecho de huelga es un derecho de los trabajadores y eso lo entendemos, también entendemos que tenemos derecho a apelar al sentido común de todos los implicados en este proceso, desde los trabajadores, las administraciones portuarias y la tutela", concluyó APAT.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Portuaria (SNTAP) convocó una huelga de varios días, que comenzó el 22 de diciembre y se prolongará hasta el 30 de enero, y abarca los puertos del continente, Madeira y las Azores.