Al final del rezo del Ángelus, en la misa con la que clausuró la JMJ, en el Parque Tejo, en Lisboa, Francisco comenzó dando las gracias al cardenal-patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, y, en él, "a la Iglesia y a todo el pueblo portugués".

"Gracias al Presidente [de la República, Marcelo Rebelo de Sousa], que nos acompañó en los actos de estos días, a las instituciones nacionales y locales por el apoyo y la ayuda que nos han prestado, a los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos", prosiguió.

A continuación, dio las gracias a Lisboa, de la que dijo que "permanecerá en la memoria de estos jóvenes como casa de fraternidad y ciudad de los sueños".

"Expreso también mi gratitud al cardenal Farrell [prefecto del Dicasterio que organiza la JMJ con un comité local] y a quienes han preparado estas jornadas, así como a quienes las han acompañado con la oración", dijo.

El Papa también dirigió un "agradecimiento a los voluntarios" por "su gran servicio".

"Un agradecimiento especial a los que velaron por la JMJ, los santos patronos del evento", dijo, destacando a Juan Pablo II (1920-2025, que dio vida a las Jornadas Mundiales de la Juventud).