Con la invasión rusa de Ucrania, los costes de producción de diversos alimentos aumentaron debido al encarecimiento de la energía, el transporte y algunas materias primas, lo que ha repercutido en el bolsillo de las familias.

Sólo en el caso de las naranjas, las zanahorias, el brécol y el aceite de oliva, los precios al consumo se dispararon más de un 50%, según los cálculos realizados por ECO, basándose en el Observatorio de Precios. En cambio, la merluza, los tomates y los calabacines han experimentado bajadas de precios.

A la vista del análisis de datos realizado por ECO, entre los 37 alimentos analizados de los que se dispone de datos, se observa que la naranja fue el producto que más subió de precio en términos del precio medio pagado por el consumidor, desde el inicio de la guerra en Ucrania.

Sin embargo, según los datos disponibles, el precio medio pagado a los productores de naranja ya ha vuelto a los valores anteriores a la guerra, situándose en 0,57 euros/kg, es decir, un valor más de dos veces inferior al pagado por el consumidor final.

El secretario general de la Confederación de Agricultores de Portugal(CAP) explica que este desfase se debe a que "no hay producto portugués disponible para vender en Portugal, las naranjas tienen que ser importadas", por lo que su precio es más caro. "Estos valores más altos para el consumidor no se reflejan en lo que se paga a los productores nacionales", añade Luís Mira.