La operación, llevada a cabo por las autoridades españolas, condujo a la detención de 197 sospechosos, de 34 nacionalidades.
Según el comunicado de la PJ, la operación iba dirigida contra "una serie de redes delictivas dedicadas al tráfico de drogas, blanqueo de capitales, fraude y corrupción, entre otros delitos", en consonancia con las directrices comunitarias contra la delincuencia organizada grave, con especial atención a los objetivos de alto valor y a las organizaciones que recurren a la violencia y son capaces de realizar grandes importaciones de droga.
Entre los 197 detenidos hay 33 prófugos y seis altos cargos pertenecientes a redes delictivas.
En esta operación internacional se han practicado 114 registros domiciliarios y se han incautado casi cinco toneladas de cocaína, más de dos toneladas de cannabis, 1,7 toneladas de heroína, 28 armas de fuego, 57 vehículos, más de cuatro millones de euros en efectivo y unos 10 millones de euros en cuentas bancarias.
Además de Portugal, cooperaron en esta iniciativa autoridades de Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega, Islandia, Países Bajos, Francia, Alemania, Lituania, Letonia, Estonia, Eslovenia, Bulgaria, Polonia, Rumanía y Serbia.