Las colecciones de monedas antiguas pueden alcanzar valores muy elevados, pero también hay monedas contemporáneas que pueden valer cantidades importantes, sobre todo si son raras o conmemorativas. Un ejemplo notable es la moneda de 2 euros de Mónaco, acuñada en 2007.

Para que una moneda valga mucho más que su valor, debe tener varias características específicas, como el tamaño de la tirada, la edición, la presencia de errores, la rareza y, a menudo, relevancia histórica, como homenajes o conmemoraciones.

Es muy importante buscar el asesoramiento de un experto para conocer las características de la moneda y su valor real, ya que sólo determinadas monedas pueden alcanzar valores elevados, y un asesoramiento adecuado ayuda a evitar posibles estafas.

Esta moneda en concreto se acuñó para conmemorar el 25 aniversario de la muerte de la princesa Grace Kelly y tuvo una tirada de sólo 20.001 ejemplares, todos ellos de calidad proof y presentados en su propio estuche. Su valor alcanzó los 2.600 euros, según cita El Economista en el ranking de "Coin Collectors".

La moneda fue emitida el 1 de julio de 2007 y consta de un núcleo de níquel revestido de níquel-latón. Pesa 8,6 gramos, tiene un diámetro de 25,75 mm y un grosor de 2,2 mm.