La lista muestra que la situación es especialmente preocupante en lo que respecta a las aves de las zonas agrícolas, los migrantes de larga distancia y las aves marinas, cuya abundancia y distribución han disminuido, aumentando el riesgo de su extinción.

La Lista Roja fue publicada por la Sociedad Portuguesa para el Estudio de las Aves(SPEA), que dirigió el proyecto de la Lista Roja y el III Atlas de la Reproducción de las Aves en Portugal.

Ambos proyectos se desarrollaron en colaboración con la Universidad de Évora, el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques(ICNF), el IFCN de Madeira y el proyecto de investigación CIBIO/BIOPOLIS, con la participación de más de 400 ornitólogos voluntarios y profesionales.

De acuerdo con los resultados del SPEA, aves como el sisão, la abetarda, el águila cazadora y el rolieiro, que hace 20 años eran más abundantes en los campos del Alentejo, "han sufrido drásticas reducciones en su distribución, incluso dentro de las áreas protegidas."

El director ejecutivo de SPEA, Domingos Leitão, afirmó que los monocultivos agrícolas, el aumento del regadío y el uso excesivo de agroquímicos "está llevando a la extinción a grupos de aves únicos en Europa, que son aves de las llanuras de secano del sur y centro de Portugal", es urgente "revertir las consecuencias agrícolas y crear áreas de hábitat de calidad."

Las aves migratorias de larga distancia que pasan el invierno en Portugal también están en peligro, porque la interferencia humana ha deteriorado sus zonas de descanso, como los humedales y el litoral.

"El drenaje de humedales para la agricultura, el desarrollo urbano y turístico, las piscifactorías que sustituyen a las marismas y otros cambios drásticos en los lugares de descanso de estas aves están provocando una fuerte reducción de sus poblaciones", afirma la AEPD, aves como los pilritos y los maçaricos se enfrentan a situaciones en sus lugares de nidificación, sus refugios en Portugal están siendo destruidos, por lo que "será difícil que sobrevivan."

Las aves marinas que pasan el invierno en Portugal, como la gaivota-tridáctila, la torda-mergulheira y el papagayo-do-mar, han visto deteriorado su estado de conservación, y el grupo de aves nidificantes, como la cagarra y la galheta tampoco escapan a la tendencia negativa.

La AEPD también destaca algunos resultados positivos, que demuestran que las acciones de conservación están funcionando, como por ejemplo, los proyectos de conservación de aves rapaces (buitres y águilas).

Especies como el abutre-preto, el grifo, la águia-perdigueira, la águia-calçada, el bútio-vespero y la águia sapateira "tienen ahora un menor riesgo de extinción que en la anterior Lista Roja de 2005".

Los patos se han beneficiado de las restricciones a la caza, y las garças, colheiros e íbis disponen actualmente de más alimento.

La Lista Roja pretende reevaluar el riesgo de extinción de las poblaciones de aves que frecuentan regularmente el continente e identificar las poblaciones amenazadas.

En comparación con la anterior Lista Roja, el número de poblaciones clasificadas como amenazadas de extinción aumentó de 88 a 95 poblaciones.

El III Atlas de la Reproducción de las Aves en Portugal evaluó las áreas de distribución de las especies que se reproducen en Portugal. Posibilitó el inventario de 241 especies de aves, repartidas por los territorios del continente y de las regiones autónomas, de las cuales 225 son autóctonas y 16 alóctonas con poblaciones establecidas.