La reapertura se produce tras un cierre de seis días debido a las huelgas de los empleados para exigir un mejor mantenimiento del monumento histórico, que mostraba rastros de óxido, y subidas salariales.

El operador de la torre llegó a un acuerdo con los sindicatos que representan a los trabajadores tras prometer una inversión de 380 millones de euros de aquí a 2030.