La última evaluación de Moody's de la deuda soberana portuguesa fue en noviembre del año pasado, cuando elevó la calificación de "Baa2" a "A3".

En una nota publicada en su página web, Moody's considera que la calificación de Portugal está respaldada por "su economía competitiva y diversificada, sus niveles relativamente altos de riqueza y su elevada fortaleza institucional" y que, desde la última evaluación, la evolución del país "ha sido globalmente coherente con las expectativas de la agencia."

La agencia prevé un crecimiento de la economía portuguesa del 1,8% en 2024 y del 1,9% en 2025, señalando también que, a pesar de la reducción registrada, la relación entre la deuda pública y el Producto Interior Bruto (PIB) sigue siendo elevada.

Según Moody's, la perspectiva estable refleja la opinión "de que los riesgos para el perfil crediticio de Portugal en el nivel de calificación 'A3' están equilibrados".

"Las tendencias más positivas en la fortaleza económica y fiscal de lo que Moody's espera actualmente se ven compensadas por la reciente evidencia de riesgos políticos".

Para Moody's, "las elecciones anticipadas de marzo de 2024 no dieron lugar a una clara mayoría gubernamental y los riesgos de nuevas elecciones anticipadas a finales de 2024 son elevados".

Entre las demás agencias principales, Standard & Poor's evalúa la deuda soberana portuguesa en "A-", con perspectiva positiva, Fitch en "A-", con perspectiva "estable", y DBRS en "A", con perspectiva "estable". estable".

La próxima agencia de calificación financiera que se pronunciará sobre Portugal será DBRS, el 19 de julio.