Según Sapo, que cita el análisis realizado por DECO PROteste, los datos de los 16 municipios de la región muestran que la mitad registraron pérdidas elevadas y 15 estaban por debajo de los niveles mínimos de recuperación para redes envejecidas.
Lagoa, Lagos, Silves, São Brás de Alportel, Loulé y Castro Marim son los seis municipios del Algarve que más agua tratada desperdiciaron en 2022. Aljezur, Tavira, Alcoutim, Vila Real de Santo António y Portimão son los municipios que menos agua desperdiciaron.
En cuanto al estado de las redes, DECO PROteste destaca ocho municipios con una red envejecida (Aljezur, Lagoa, Lagos, Loulé, Olhão, Portimão, Tavira y Vila do Bispo), dos sin datos (Silves y São Brás de Alportel) y sólo uno con la red reciente (Alcoutim).
La responsabilidad de las pérdidas de agua a través de la red de abastecimiento recae en las entidades gestoras, que no han invertido en rehabilitación o han invertido poco, afirma DECO PROteste.
Según las recomendaciones de la Autoridad Reguladora de los Servicios de Agua y Saneamiento (ERSAR), la rehabilitación anual debería situarse entre el 1,5 y el 4% de la red envejecida.
Es importante señalar que los datos de 2022 revelan un desperdicio en todo el continente de 162 millones de metros cúbicos de agua que ya ha sido tratada y desperdiciada en toda la red de distribución.
"El escenario es muy preocupante", considera Elsa Agante, responsable de Sostenibilidad de DECO PROteste, citada en un comunicado. "El agua perdida en 2022 bastaría para satisfacer el 49% de las necesidades de las familias de una región muy presionada por el turismo y que ha vivido periodos de sequía prolongada, lo que dio lugar a una serie de medidas urgentes, aunque aligeradas", añade.