Un área de 90 hectáreas -equivalente a unos 197 campos de fútbol- florece ahora con flores, hierbas e insectos tan sólo 18 meses después de que se sembraran las semillas.

El proyecto fue dirigido por la organización benéfica de conservación National Trust, cuyo objetivo es restaurar praderas a lo largo de 70 millas de la costa inglesa.