Después de haber sido sometida a consulta pública por un período de 30 días, la propuesta de la cámara, bajo el liderazgo del PSD/CDS, se mantiene inalterada en cuanto a la idea de aumentar el valor de la tasa de pernoctación turística, pasando de dos a cuatro euros, por huésped y noche.

El documento también incluye la actualización de la tasa turística de llegada por mar, de uno a dos euros, por pasajero, aunque el valor que ahora se propone actualizar es el que comenzó a aplicarse este año, con el inicio del cobro de esta tasa a los cruceristas.

Según la propuesta, el Ayuntamiento pretende "que la Tasa Turística Municipal de Pernoctación entre en vigor a partir del 1 de septiembre y la Tasa Turística Municipal de Llegada por Mar al día siguiente de la publicación de la modificación del Reglamento en el Boletín Oficial del Estado".

En el pleno de la asamblea, el PCP destacó que el importe recaudado por el Ayuntamiento por la tasa turística, desde su creación en 2016, no se ha destinado a paliar los impactos más negativos del turismo en la ciudad.

Chega consideró "irrazonable" el aumento de la tasa, por considerar que sería "perjudicial para la economía de la ciudad", incluso para quienes invirtieron en alojamientos locales.

Iniciativa Liberal (IL), que se abstuvo, señaló la falta de contabilidad analítica para la imputación de los costes turísticos y cuestionó la aplicación de los fondos recaudados con este impuesto.

Defendiendo que "la apuesta por el turismo debe ir acompañada de una estrategia integrada que promueva el equilibrio social, la sostenibilidad y la garantía de acceso a la vivienda", el PS se mostró partidario de aumentar el valor de la tasa turística, recordando que en el pasado el PSD votó en contra de esta medida y criticó a los socialistas por implantar "tasas y más tasas".

"Hay que combatir las externalidades del turismo y recuperar la calidad de vida de los lisboetas", afirmó el PS, exigiendo un plan sobre el uso de los ingresos de esta tasa, que incluya el refuerzo de la higiene urbana y del transporte público en Carris, así como la inspección de los establecimientos de alojamiento y ocio nocturno locales, criticando la "inacción del ayuntamiento" en este ámbito.