El carguero, de 71 metros de eslora, transportaba acero frente a las costas de Nueva Gales del Sur cuando se encontró con un temporal en 1969, lo que desencadenó una de las mayores búsquedas marítimas de la historia de Australia.

Gracias a la cartografía de alta resolución del fondo marino y a imágenes de vídeo, los investigadores han confirmado la localización del pecio.

El Proyecto Sydney -que encuentra y documenta los restos de naufragios de barcos perdidos- planea ahora una inmersión para recoger visión adicional del lugar, con la esperanza de arrojar luz sobre por qué se hundió el barco.