El estudio, "Los jóvenes en Portugal: Un retrato a partir del Censo", se presentó en elInstituto Nacionalde Estadística(INE), en Lisboa, junto con otros seis sobre las familias en Portugal.
Uno de los investigadores, responsable del Centro de Investigación sobre Calidad de Vida del Instituto Politécnico de Santarém, señaló que "ya es de dominio público" que el declive demográfico de las últimas décadas, unido a las crisis financiera (2008) y de salud pública (2020, pandemia de Covid-19), contribuyeron "al declive de la población joven".
"La población joven, entre 15 y 34 años, pasó de ser una cuarta parte de la población en 2011 a alrededor de una quinta parte en 2021, y este descenso no es homogéneo y es aún más notable en los grupos de edad de adultos jóvenes, entre 25 y 29 años y entre 30 y 34 años", dijo Tatiana Ferreira.
Sin embargo, en contraste, se observa un aumento del número de jóvenes extranjeros que, en el conjunto de la población joven, aumentó un 23,4% entre 2011 y 2021, mientras que la población joven portuguesa disminuyó un 17,5%.
El grupo de edad en el que esto fue más significativo fue el comprendido entre los 25 y los 29 años, con un aumento del 36% de jóvenes extranjeros, mientras que el número de jóvenes portugueses descendió un 21,2%.
El descenso más acusado de jóvenes portugueses se registró en el grupo de edad entre 30 y 34 años, con una disminución del 31,3%, mientras que entre los jóvenes extranjeros se produjo un aumento del 27,6%.
En cuanto a los países de origen, los datos del INE muestran que, en diez años, ha habido un aumento del 243,4% de jóvenes procedentes de países asiáticos, aunque los brasileños siguen siendo la nacionalidad dominante, con un 40,9%, en 2021.
La investigadora añadió que los datos del Censo muestran que el porcentaje de jóvenes de entre 15 y 19 años que estudian ha pasado del 83,9% (2011) al 90,4% (2021) y que predominan las chicas.
Por otro lado, el porcentaje de jóvenes activos ha disminuido del 66,3% (2011) al 58,1% (2021), y entre el grupo de jóvenes activos en 2021, el 51,3% estaban empleados, mientras que el 6,8% estaban desempleados.
Según Tatiana Ferreira, al analizar los medios de vida de los jóvenes, hubo una disminución, del 54,9% al 50,5%, de los que viven de sus ingresos del trabajo, mientras que hubo un aumento, del 34,7% al 38,4%, de los que viven como sustento familiar.
En cuanto a la distribución de la población joven, el investigador dijo que casi la mitad vive en zonas urbanas, principalmente en las áreas metropolitanas de Lisboa y Oporto, apareciendo el Alentejo como la región del país con menos jóvenes.
"Los jóvenes son un bien cada vez más escaso", consideró.