Con el mayor número de apicultores per cápita de Europa, Eslovenia es un ejemplo para otras naciones que quieren desarrollar un entorno más sano para las abejas y otros polinizadores.
El gobierno también apoya iniciativas para crear hábitats de polinizadores y corredores de biodiversidad, garantizando que las abejas tengan acceso a los recursos que necesitan para prosperar.