Bruselas, 11 de diciembre de 2024 - Decenas de activistas hicieron oír su voz el lunes en la inauguración de la "Semana de las Materias Primas" que organiza anualmente la Comisión Europea en Bruselas. Con su protesta vocal pretendían enviar una señal de descontento de las comunidades de las periferias de Europa y del Sur Global que sufren los planes de la Comisión de más minería para la transición energética[1].
Con una carta abierta distribuida a la Directora de la Comisión Europea, Kerstin Jorna, y a más de 400 participantes en la conferencia, los manifestantes alertaron sobre el potencial destructivo de los planes de extracción de metales y cuestionaron la viabilidad de la transición energética, tal y como la concibe Bruselas[2].
La carta, distribuida por las ONG belgas CATAPA, Growth Kills, More Than Enough y Extinction Rebellion, afirma que se necesita "un plan mejor para una transición justa y sostenible". Según los autores de la carta, las políticas actuales de extracción de cantidades exponenciales de metales críticos como el litio, el níquel o el cobre son destructivas y también inviables, ya que las cantidades que se extraerían en las próximas décadas superarían las reservas disponibles a escala mundial.
En la carta se afirma: "El objetivo de Europa es extraer y procesar en los próximos 30 años tanto cobre como el que se ha extraído en los últimos 7.000 años", mientras que "las nuevas minas tienden a crear mayores impactos ambientales, y mayores volúmenes de sobrecarga, roca estéril y diques de estériles".
En las últimas semanas, Bruselas está luchando por mantener el ritmo de sus planes sobre materias primas críticas para la transición energética. Con los conflictos que se avecinan sobre el suministro de metales en los mercados mundiales y el fracaso de grandes proyectos de baterías como el sueco Northvolt, el reloj para el éxito de la carrera europea contra China sigue corriendo. Ya en las últimas semanas, los representantes de la industria se quejaban del retraso de la Comisión en la designación de proyectos estratégicos en el marco de la nueva Ley de Materias Primas Críticas (CRMA).
Para garantizar una mayor independencia de las materias primas y mitigar futuros cuellos de suministro, la Comisión había aprobado la CRMA a principios de 2024. Actualmente está seleccionando los proyectos que serán designados de importancia estratégica en 2025. En la lista de solicitantes figuran varias empresas que también participan en la Semana de las Materias Primas, y los candidatos seleccionados se beneficiarán de una concesión de licencias por vía rápida.
Ya antes del inicio de la Semana de las Materias Primas, los grupos ecologistas Amigos de la Tierra Europa, Amigos de la Tierra, European Environmental Bureau y MiningWatch Portugal habían entregado a la Comisión Europea fichas informativas y un documento de posición sobre los problemas sociales y medioambientales de proyectos mineros como Mina do Barroso y Mina Alberta en Portugal y España, o la mina de oro y cobre de Rovina Valley en Rumanía[3].
Lindsey Wuisan, activista por la justicia de los recursos de Amigos de la Tierra Europa, comenta: "La minería ecológica y responsable es un mito. Si la Comisión permite que se aceleren los proyectos mineros destructivos, no hará más que agravar la crisis socioecológica a la que ya nos enfrentamos hoy".
La 9ª edición de la Semana de las Materias Primas, que se celebra en Bruselas hasta el viernes 13 de diciembre, reúne a empresas mineras, investigadores y responsables políticos de todo el mundo. Uno de los focos del evento de este año son también las asociaciones internacionales para el suministro de materias primas con países como Canadá, Groenlandia, Australia, Brasil, Kazajstán, Uzbekistán, Noruega, Zambia, la República Democrática del Congo, Serbia y Sudáfrica.
Notas
[1] Documentación de la protesta 9.12.2024: Video #1, video #2, video #3
[2] The Brussels Letter https://bit.ly/brussels-letter
[3] Position-paper and factsheets on mining projects: Mina do Barroso, Portugal; Mina Alberta, España; Mina del Valle de Rovina, Rumanía.