Más del 80% de los accidentes cerebrovasculares están causados por un coágulo de sangre que obstruye una arteria del cerebro, cortando el suministro de oxígeno a esa región. Los principales factores de riesgo, como hipertensión, colesterol alto, tabaquismo, inactividad física y mala alimentación, son cada vez más frecuentes. Sin embargo, las personas sanas y jóvenes también pueden sufrir un ictus debido a afecciones cardiacas no diagnosticadas, estrés o como efecto secundario de ciertos medicamentos.

En la última década, el tratamiento del ictus ha experimentado notables avances. Lo que antes se limitaba a la trombólisis intravenosa -un medicamento que disuelve los coágulos sanguíneos- ha evolucionado hacia una terapia combinada más completa y altamente eficaz. En la actualidad, el tratamiento de referencia para el ictus incluye medicación para disolver coágulos seguida de un procedimiento mínimamente invasivo conocido como trombectomía mecánica. En este procedimiento, especialistas altamente cualificados en neurorradiología intervencionista introducen un catéter a través de la ingle o la muñeca y lo guían hasta el cerebro. La inyección de contraste yodado permite al médico crear una hoja de ruta de las arterias, lo que hace posible navegar por ellas con seguridad e identificar el lugar exacto de la oclusión. A continuación, se extrae el coágulo mediante un catéter de aspiración solo o combinado con un diminuto dispositivo similar a una endoprótesis llamado stent retriever. Una vez restablecido el flujo sanguíneo a la zona cerebral afectada, las posibilidades de una recuperación completa mejoran drásticamente.

La Unidad Local de Salud del Algarve está totalmente equipada para tratar estos casos. Un equipo especializado en neurointervenciones está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, y trabaja en estrecha colaboración con el Servicio de Urgencias y las Unidades de Ictus para garantizar que los pacientes reciban la mejor atención posible.

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En medicina del ictus, a menudo se oye la frase "El tiempo es cerebro". Esto subraya la importancia de reconocer los primeros signos de un ictus y actuar con rapidez. Síntomas como debilidad repentina, confusión, dificultad para hablar, pérdida de visión o un fuerte dolor de cabeza requieren atención inmediata. Llamar al número nacional de emergencias (112) y activar el Sistema Nacional de Emergencias Prehospitalarias (INEM) puede reducir considerablemente las posibilidades de sufrir una discapacidad grave o incluso la muerte.

En el hospital, los especialistas en ictus realizarán una evaluación clínica urgente seguida de un escáner cerebral para descartar un ictus hemorrágico (hemorragia en el cerebro). Si no se encuentra ninguna contraindicación, se administra trombólisis intravenosa y el paciente es trasladado rápidamente a la sala de angiografía de última generación del Hospital Universitario de Faro, donde el equipo neurointervencionista está listo para realizar el procedimiento de trombectomía.

Gracias al continuo desarrollo de la atención al ictus en el Algarve, los pacientes pueden contar con tratamientos rápidos, especializados y que salvan vidas cerca de casa. Concienciar sobre los síntomas y actuar sin demora puede marcar la diferencia, no sólo en la supervivencia, sino en la preservación de la calidad de vida. Saber qué hacer puede salvarle la vida a usted o a un ser querido.

Para más información, póngase en contacto con el Centro Biomédico del Algarve llamando al (+351) 289 800 065.