Esta es una de las varias sugerencias que el ejecutivo comunitario ha trasladado al país en las Recomendaciones Específicas por País publicadas en el marco del Paquete de Primavera del Semestre Europeo.
"Mejorar la eficacia del sistema fiscal y del sistema de protección social, en particular simplificando ambas estructuras, reforzando la eficacia de las respectivas administraciones y reduciendo la carga administrativa asociada", escribe la Comisión Europea en las recomendaciones que dedica a Portugal.
En el mismo documento, en su análisis del sistema fiscal portugués, el ejecutivo comunitario destaca la discrepancia que existe entre la retención del IRS (que se hace cada mes sobre los salarios) y el impuesto que el contribuyente ha tenido que pagar realmente (calculado anualmente en la liquidación del IRS). "Las retenciones de impuestos directos son a menudo demasiado elevadas, lo que da lugar a reembolsos considerables en el año siguiente", escriben los expertos europeos.
Devoluciones demasiado elevadas
La cuestión es el grado de ajuste de las tablas de retenciones de Hacienda (el tipo que se aplica al salario cada mes) a los niveles de Hacienda (a través de los cuales se calcula el impuesto anual a pagar en la liquidación de Hacienda de abril del año siguiente). El Gobierno ha ido ajustando las tablas de retención, pero hay quien sostiene, concretamente la Comisión Europea, que la discrepancia sigue siendo demasiado elevada.
De las críticas de los expertos europeos se desprende que prefieren un sistema en el que se produzcan menos devoluciones en la liquidación anual, cobrándose menos impuestos cada mes. Este año, el Ejecutivo ya ha ajustado las tablas de retenciones, incorporando el impacto de la creación de dos nuevos niveles que está prevista en los Presupuestos Generales del Estado para 2022 (OE2022), pero se niega a actualizar los niveles del IRS a la tasa de inflación prevista para este año.
Leyes complejas
Pero este no es el único problema que la Comisión Europea identifica en el sistema fiscal portugués. Otra de las recomendaciones europeas es la simplificación de los beneficios fiscales vigentes en Portugal, algo que también preocupa al Gobierno. El sistema actual, con más de 500 beneficios fiscales y dispersos en más de 60 leyes, es "bastante complejo y no suficientemente transparente". "La eficiencia económica de los gastos fiscales se beneficiaría de un seguimiento constante", aconsejan los expertos europeos.
Además de identificar ese problema con el IRS, los técnicos también señalan que la estructura del IRC genera "complejidad" para los contribuyentes (las empresas, en este caso) y representa una "carga adicional" para las autoridades fiscales, ya que, además del impuesto nacional, existen recargos como el municipal y el estatal.
Esta complejidad que ocupa los recursos de la máquina fiscal tiene costes: el gasto que supone la tarea de recaudar impuestos es "relativamente alto", estando en 2019 en torno a un 20 por ciento por encima de la media europea. Al mismo tiempo, la inversión de AT en tecnologías de la información y la comunicación es "baja" en comparación con la media europea.
"Hacer que la administración tributaria sea más eficiente ayudaría a reducir el tiempo que se tarda en Portugal en pagar los impuestos y a reducir el gran tamaño de los atrasos fiscales (con un 37,1 por ciento de los ingresos netos totales a finales de 2019, estaban entre los más altos de la UE)", concluye la Comisión Europea.