Siguiendo los pasos de Roman Abramovich y Andrei Rappoport, que ya están nacionalizados, Yushvaev se une a Leviev y God Nisanov en la lista de oligarcas rusos que están a la espera de que el Ministerio de Justicia les conceda el pasaporte portugués, tras haber sido certificado por la Comunidad Israelita de Oporto (CIP) como descendiente de judíos sefardíes.
Yushvaev nació en 1957 en Makhachkala y actualmente vive en Moscú, con una fortuna valorada en 1.700 millones de euros, según Forbes. Sin embargo, a pesar de haberse enriquecido gracias a negocios que incluyen bienes raíces, petróleo y alta tecnología, el oligarca fue condenado por robo y pasó nueve años en un campo de prisioneros en 1980.
Ya en 2013 fue mencionado en un informe de la Dirección de Información de la Unidad Central Especial 2 de la Guardia Civil por estar vinculado a organizaciones criminales de Europa del Este.
Yushvaev también fundó el grupo lácteo Wimn-Bill-Dann, uno de los mayores de Europa, en 1992, y en 2010 vendió su participación a PepsiCo por 1.100 millones de euros. A continuación, reinvirtió parte de esa cantidad en empresas tecnológicas europeas y estadounidenses, una de las cuales es Lyft, la plataforma de transporte similar a Uber.
Este caso surge a raíz de la polémica suscitada por la naturalización del multimillonario ruso Roman Abramovich, a través del régimen para descendientes de judíos sefardíes, en un proceso que fue certificado por la Comunidade Israelita do Porto (CIP), encargada de certificar la gran mayoría de las solicitudes de naturalización presentadas por los servicios del conservatorio y el Gobierno