En declaraciones a Lusa, el director regional de Agricultura y Pesca (DRAP) del Algarve, Pedro Valadas Monteiro, afirmó que, aunque algunos niveles de las aguas subterráneas están por debajo del 25%, todavía "no se han comunicado situaciones dramáticas" a los servicios regionales.
"Hay uno o dos indicios de cierta pérdida de calidad [debido a los bajos niveles de las reservas de agua subterránea], pero todavía no tenemos situaciones de agua salada, todavía no hemos llegado a ese punto", indicó.
El riesgo de intrusión salina en las reservas de agua subterránea es mayor en los acuíferos situados en zonas costeras debido a fenómenos relacionados con el cambio climático, como la subida del nivel del mar, pero también a la mayor frecuencia de sequías y la falta de precipitaciones en Portugal.
Para Pedro Valadas Monteiro, el tiempo caluroso, la poca cantidad de agua en las presas, la disminución de los caudales subterráneos y la previsión de ausencia de lluvias para los próximos meses "deja varias incertidumbres para el futuro de la agricultura del Algarve", lo que le llevó a hacer un llamamiento para el uso consciente del agua, un recurso cada vez más escaso.
El responsable recordó que el pasado mes de abril fue uno de los más calurosos desde 1931, registrándose en el Algarve olas de calor con temperaturas superiores a los 30 grados, registrándose una disminución de cerca del 7% en el almacenamiento de agua en las presas.
"Ante esta realidad, todos debemos hacer un uso juicioso y consciente, no sólo en el sector agrícola, sino en todos los sectores económicos del Algarve y para el consumo doméstico", advirtió.