El problema no radica en el reclutamiento, ya que esta rama ha demostrado ser atractiva para los jóvenes, sino que "lo que ocurre es una cuestión de competitividad dentro del mercado".

Una de las medidas en marcha es un programa en el que el Ejército del Aire trabaja desde hace dos años y que pretende "mejorar todas las instalaciones que se puedan poner a disposición de los militares, no sólo para sus puestos de trabajo, sino también para el alojamiento".

Según el Jefe del Estado Mayor, la falta de 1.400 militares "se traduce en una sobrecarga para el resto de personas", ya que la mayoría de los servicios tienen que estar desplegados, lo que "implica menos descanso, mayor rotación", y tiene también implicaciones en las misiones que hay que cumplir.

La lista de personal que aprobará el Gobierno "puede ser una de las soluciones" para "subsanar algunas de estas deficiencias en términos de retención de personal", en opinión de João Cartaxo Alves.