La nueva normativa también prevé que los usuarios de vehículos eléctricos o de hidrógeno puedan pagar con tarjetas bancarias o dispositivos sin contacto, sin necesidad de abono, y que el precio se indique por kWh, kilogramo o minuto/sesión.

La directiva prevé la instalación de estaciones con una potencia mínima de 400 kilovatios (kW) a una distancia de al menos cada 60 km en las principales carreteras de la red transeuropea de transporte (RTE) para 2026, aumentando la potencia a 600 kW para 2028.

Los Estados miembros también garantizarán la instalación de estaciones de recarga de hidrógeno a lo largo de la red principal de la RTE al menos cada 200 km para 2031.

Las nuevas normas se aplicarán seis meses después de la entrada en vigor del Reglamento.