En declaraciones a Lusa al margen del encuentro internacional que se celebra en Lisboa bajo el lema "Hacer historia en tiempos de reivindicaciones políticas contrapuestas", el director del Instituto de Historia Contemporánea de la Universidad Nova de Lisboa explicó que "los países que tienen un pasado colonial se ven así obligados, incluso por la presión social de muchas de las personas que proceden de esas antiguas colonias, a revisar su relación con su pasado colonial y sus prácticas colonialistas".

Un proceso de reparaciones no implica una compensación directa, sino que "implica muchas cosas" que muestran un verdadero reconocimiento del pasado.

"Puede implicar formas de integración de los pueblos antiguamente colonizados en las sociedades antiguamente metropolitanas", ejemplifica Luís Trindade, que también apunta la posibilidad de compartir piezas de arte procedentes de las colonias.

"Nuestras colecciones museísticas son riquísimas y pueden ser mejor aprovechadas y descubiertas no sólo por los portugueses, sino también por los pueblos de los que muchas proceden", destacó.

Todas estas medidas deben tomarse "en un diálogo entre países", que permita "compartir un pasado común, con todo lo negativo que se hizo".

En el caso de los museos, esto implica "reconocer que muchas de las piezas que vinieron son piezas que vinieron en un contexto de gran desigualdad y discriminación, que realmente ocurrió en la sociedad portuguesa".

A finales de abril, el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, defendió que Portugal debe liderar el proceso de asunción y reparación de las consecuencias del periodo del colonialismo y puso como ejemplo la condonación de la deuda, la cooperación y la financiación, ya establecidas.

Tras estas declaraciones, el partido Chega solicitó formalmente la destitución del Jefe del Estado, propuesta que fue rechazada en el Parlamento.