Singapur, Suiza y Dinamarca encabezan la clasificación del IMD World Competitiveness Center(WCC), seguidos de Irlanda y Hong Kong. La adopción de la IA, el riesgo de desaceleración económica mundial y los conflictos geopolíticos son las tres tendencias que tendrán mayor impacto en las empresas este año, según el ECO.

Portugal no ha salido tan bien parado en términos de competitividad global desde 2021, habiendo superado a España en la edición de este año del ranking del IMD World Competitiveness Center (WCC), elaborado a partir de encuestas a 6.612 ejecutivos, entre marzo y mayo de 2024, y el análisis de 164 datos estadísticos, que analiza indicadores como las infraestructuras y el rendimiento económico en 67 economías.

España se sitúa en el puesto 40, cuando en los dos últimos años ocupaba el 36. Portugal sube tres posiciones, hasta el puesto 36, recuperando su actuación de 2021, tras el puesto 42 obtenido en 2022 y el 39 en 2023.

Las subidas son comunes a los cuatro indicadores clave del estudio: infraestructuras (del 32º al 26º), el que registra los mejores resultados; seguido de rendimiento económico (sube del 42º al 39º), eficiencia empresarial (del 41º al 39º) y, por último, eficiencia gubernamental (del 43º al 41º), señala el estudio.

"El país obtiene sus mejores puntuaciones en materia de educación (21º), infraestructuras tecnológicas (24º), salud y medio ambiente (25º), marco científico (25º), legislación empresarial (25º) y comercio internacional (25º)", señala un comunicado.

La política fiscal (58º), las prácticas de gestión empresarial (46º), la productividad y eficiencia (45º), el mercado laboral (45º), la economía doméstica (44º) y las finanzas (44º) son los indicadores en los que el país obtiene peor puntuación.


Mejoras

Entre las principales mejoras con respecto al año pasado, en cuanto a resultados económicos y competitividad en general, el estudio destaca "el crecimiento de la población, el superávit presupuestario, el saldo corriente de las cuentas públicas y la evolución en el ámbito de la transparencia, entre otros factores". Entre los indicadores en declive figuran, por ejemplo, "el crecimiento real del PIB per cápita, el crecimiento real del PIB, la llamada "fuga de cerebros", el riesgo de inestabilidad política y el crecimiento a largo plazo del empleo".

"Garantizar un nivel sostenible de crecimiento del PIB que permita un aumento sostenible de la renta real media, promover la diversificación sectorial de la economía y resolver los problemas potenciales de una futura dependencia excesiva del turismo" son algunas de las advertencias que el estudio señala para este año en Portugal.

"Estas estrategias pueden impulsar la competitividad de las empresas, creando el entorno adecuado para atraer inversiones y empleos de mayor valor añadido", señala, defendiendo también la adopción de importantes reformas en el sector público en áreas como la sanidad, la justicia, la educación, la seguridad social y el nivel fiscal y regulatorio.


Singapur recupera el liderazgo

Singapur lidera el ranking -recuperando su posición desde 2020- destronando a Dinamarca, que baja a la 3ª posición, debido a una caída en sus resultados económicos. Suiza ocupa la segunda posición del ranking, gracias a la mejora de sus resultados económicos y de la eficiencia de las empresas, y al mantenimiento de su liderazgo en términos de eficiencia de la administración pública y de las infraestructuras.

En el Top 10 también se encuentran Irlanda (4º), Hong Kong (5º) y Suecia, que sube dos puestos hasta el 6º, por delante de Emiratos Árabes Unidos (7º), Taiwán (8º), Países Bajos, que cae del 6º al 9º puesto en un año, y Noruega, que sube cuatro posiciones hasta el 10º.