En declaraciones a los periodistas en la Praia de São Pedro do Estoril, en el municipio de Cascais, distrito de Lisboa, Maria da Graça Carvalho señaló que, a día de hoy de las 642 playas del país, sólo dos playas costeras y tres fluviales están desaconsejadas.

"Se trata de casos aislados que se detectan inmediatamente y se resuelven en 24 horas", señaló la ministra, que apuntó a "diversos orígenes".

En el reciente caso registrado en el municipio de Cascais, en la Praia das Moitas, la situación "debió ser provocada" -aún sin "certeza absoluta"- por "una cantidad anormal" de "algas extrañas", señaló.

En el caso del Algarve, donde hace unos días se cerraron las playas de Quarteira y Vilamoura, se debió a "una avería en una estación de bombeo", explicó.

"Fue algo muy rápido y a las 24 horas se volvió a recomendar el baño", recordó la ministra, destacando el "gran esfuerzo" de vigilancia de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA).

"Sabemos que no se recomienda porque alguien está midiendo [...]. Hay mucha gente trabajando para garantizar que la gente pueda ir a la playa con seguridad y con plena protección de la salud pública", subrayó, admitiendo que hay mejoras que hacer, concretamente en el control en línea, para no retrasar el tiempo entre la prohibición y los análisis.

La ministra destacó que "Portugal es uno de los países con mejores aguas", el segundo en playas fluviales y el sexto en playas costeras, reconociendo que es necesario invertir en la inyección de arena y en la monitorización de la calidad del agua.

Maria da Graça Carvalho recordó que la última "gran intervención" en el sistema de saneamiento básico tuvo lugar hace 30 años y, por lo tanto, "hay muchos equipamientos que necesitan ser mejorados".

Sin embargo, "desgraciadamente, en el RRP [Plan de Recuperación y Resiliencia, fondos europeos] esto no se tuvo en cuenta", lamentó.

"Tenemos pocos fondos europeos [...], tanto para el agua como para el saneamiento básico y también, por cierto, para los residuos. Son tres áreas en las que Portugal necesita mucha inversión", señaló la ministra, añadiendo que el Gobierno está "intentando encontrar una solución".

La modernización del sistema de saneamiento, en concreto la renovación de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), podría implicar "una financiación más innovadora", por ejemplo recurriendo al Banco Europeo de Inversiones.