"El nuevo marco de gobernanza económica de la UE [Unión Europea] tendrá consecuencias decisivas en la definición de las políticas a nivel nacional. Dada la necesidad de garantizar una integración y coordinación efectivas de las políticas a los más diversos niveles, es necesario maximizar el impacto económico y social de los fondos públicos, ya sean europeos o nacionales y, como tal, el Plan de Recuperación y Resiliencia [PRR] continuará con una mayor velocidad de ejecución", asegura el Ejecutivo en el documento.

Está en juego el primer plan presupuestario a medio plazo con objetivos de gastos, inversiones y reformas que Lisboa envía ahora a Bruselas, bajo las nuevas reglas presupuestarias de la UE, que garantiza el alineamiento "con la estrategia macroeconómica y la política presupuestaria trazada en el programa de Gobierno, con el objetivo de aumentar la productividad y la competitividad, garantizando simultáneamente la sostenibilidad de las finanzas públicas".

"Las medidas presupuestarias subyacentes al plan pretenden aumentar el atractivo del país en áreas de alto valor añadido, con el fin de reforzar su trayectoria de crecimiento económico", añade.

Entre las prioridades destacadas en el plan están la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad medioambiental, teniendo en cuenta las recomendaciones específicas del Ejecutivo comunitario a Portugal, que incluyen, por ejemplo, medidas como aumentar el salario mínimo nacional a 1.020 euros en 2028, definir un plan estratégico nacional de natalidad y longevidad y garantizar el acceso universal y gratuito a guarderías y educación preescolar.