Luís Montenegro hablaba antes del inicio de la primera reunión del Consejo Nacional de Migración y Asilo, órgano consultivo creado por el actual Gobierno del PSD/CDS-PP y que será presidido por el socialista António Vitorino, que intervino junto al Primer Ministro.
"No somos un país en el que el odio y las cuestiones raciales tengan un carácter de preocupación, lo que no significa que desconozcamos algunos fenómenos que existen en este ámbito", dijo el jefe del Gobierno, en una declaración en la que no respondió a preguntas.
Sin referirse directamente a los disturbios registrados en varios barrios de la Gran Lisboa tras la muerte de Odair Moniz, tiroteado por un agente de la PSP hace una semana, Montenegro argumentó que en Portugal "la inmensa mayoría de la comunidad convive bien con quien nos busca y sabe separar muy bien fenómenos en algunas circunstancias, algún sentimiento de inseguridad de lo que verdaderamente importa, que es la integración".
"Somos, afortunadamente, un país donde los fenómenos de atropello a la dignidad y a los derechos humanos son residuales", dijo, destacando que Portugal es un país que "es referencia en el contexto internacional de respeto a los derechos humanos, de respeto a la dignidad de las personas".
Con este Consejo, explicó, el Gobierno pretende profundizar en la forma en que el país ofrece oportunidades a quienes las buscan, ya sea para estudiar o para trabajar, ya sea "con alta cualificación para proyectos concretos de desarrollo empresarial y económico" o simplemente "en busca de mejores condiciones de vida".
Montenegro aseguró que el Gobierno está preocupado por "suprimir y erradicar" los problemas relacionados con las rutas migratorias internacionales de tráfico de personas o la explotación de circunstancias vulnerables "por parte de redes organizadas de carácter criminal".
"Queremos tener una política migratoria a la altura de los que son los pilares de nuestra sociedad, para poder tener una migración regulada y, en consecuencia, que las personas puedan encontrar en nuestro país las oportunidades que buscan", afirmó.
El presidente del Gobierno volvió a defender la entrada de inmigrantes a través de los centros educativos y del grupo familiar como "dos vigas maestras de la política de acogida e integración" del actual Gobierno.
"Es desde esta perspectiva que debemos mirar a los que nos buscan como futuros nuevos portugueses: los que vienen, los que se instalan, los que forman aquí sus familias, sus bases y harán perdurar su presencia en nuestra comunidad como miembros efectivos de la misma", destacó.
Al final de las declaraciones, el primer ministro fue preguntado por la denuncia penal presentada contra algunos dirigentes de Chega, entre ellos André Ventura, por declaraciones sobre la muerte de Odair Moniz, pero dijo que las respuestas se darían en otra ocasión.