Además de evaluar la estética nasal, el cirujano evalúa y aborda los cambios funcionales de la nariz, lo que significa que durante la misma intervención quirúrgica se aborda la respiración nasal mediante procedimientos como la septoplastia (corrección del tabique nasal), la cirugía de cornetes (corrección de los cornetes nasales) e incluso la cirugía endoscópica de los senos paranasales (corrección de la sinusitis crónica).

Los principales defectos nasales que llevan a los pacientes a someterse a una rinoplastia son una punta nasal caída o bulbosa, un dorso nasal alto (giba) y una nariz desviada. Un componente crucial de la cirugía estética nasal es la eliminación y remodelación del hueso nasal. En las técnicas convencionales, se utilizaban para ello una escofina gruesa, un martillo y un cincel. Esto permitía alterar la estructura ósea para lograr el resultado deseado. Sin embargo, esta técnica se asociaba a un aumento de la inflamación postoperatoria, hematomas, dolor y menor control intraoperatorio.

En la búsqueda de mejoras en estos aspectos, se desarrolló la rinoplastia ultrasónica. La rinoplastia ultrasónica (Piezo) implica el uso de un delicado dispositivo electrónico basado en la producción de ondas ultrasónicas, lo que permite cortar y dar forma con precisión a estructuras compactas como el hueso. Esta técnica permite cortar y moldear el hueso nasal a escala milimétrica con menos sobrecalentamiento y daños a las estructuras adyacentes. Como resultado, se consiguen unos resultados quirúrgicos eficaces y predecibles, con una mejor cicatrización y una reducción de la inflamación, los hematomas, el dolor y las complicaciones postoperatorias. En particular, esta técnica puede proporcionar un periodo de recuperación prácticamente indoloro.

Sin embargo, una queja residual frecuente es la aparición de cierta congestión nasal en pacientes que requieren cirugía septal, ya que en estos casos se coloca una placa de silicona intranasalmente para mantener la alineación del tabique. Cabe destacar que no se utiliza taponamiento nasal.

En cuanto a la medicación, el paciente se someterá a un ciclo de siete días de antibióticos orales y, si procede, se puede prescribir una pomada cicatrizante para la zona de la incisión nasal.

Durante el postoperatorio inmediato, se requieren unos cuidados mínimos: evitar esfuerzos físicos y dormir con la cabeza elevada durante la primera semana, y evitar la exposición prolongada al sol durante los tres primeros meses (por lo general, se recomienda el uso de un protector solar con un factor igual o superior a 50 durante el primer año tras la rinoplastia).

Al final de la primera semana, se programa una consulta postoperatoria, durante la cual se retira la férula moldeada colocada en el dorso nasal, se quitan los puntos (si los hubiera) y se retira la placa nasal de silicona (en pacientes que se sometieron a cirugía septal). Después de esta semana, el paciente puede volver a sus actividades normales.

Actualmente, todas nuestras rinoplastias se realizan con técnicas ultrasónicas. Creemos que la tecnología Piezo no es sólo el futuro, sino el presente de la rinoplastia, puesto que ya forma parte integrante de nuestra práctica diaria, con decenas de casos en los que utilizamos esta tecnología. Durante la consulta preoperatoria, se muestran varios casos de pacientes que se han sometido a esta técnica, y a través de la simulación por ordenador, es posible discutir y decidir sobre el resultado final deseado.

Para obtener más información, póngase en contacto con el Grupo HPA Saude en el (+351) 282 420 400.

por el Dr. Luís Dores es Otorrinolaringólogoen el Hospital Particular do Algarve, Alvor