Según un nuevo estudio, las personas con diabetes tipo 2 tienen el doble de probabilidades de morir de determinados tipos de cáncer.
En general, el riesgo de morir de cáncer es un 18% mayor en las personas con diabetes tipo 2 que en la población general, según investigadores de la Universidad de Leicester. Se observó un mayor riesgo de morir de cáncer de páncreas, intestino e hígado, mientras que las mujeres con tipo 2 también tenían un mayor riesgo de no sobrevivir al cáncer de endometrio y de mama.
Ya se sabe que la diabetes tipo 2 está asociada a una serie de complicaciones graves, como cardiopatías, lesiones nerviosas y enfermedades renales. Ahora, los investigadores piden que el riesgo de muerte por cáncer reciba "un nivel de atención similar".
Es necesario seguir investigando para saber por qué se produce este aumento del riesgo y cómo controlarlo. Pero lo que ya sabemos es que la diabetes tipo 2 puede prevenirse.
¿Qué es la diabetes de tipo 2?
La diabetes tipo 2 es una afección en la que los niveles de glucosa en sangre son demasiado elevados debido a que la insulina no funciona correctamente o a que el organismo no es capaz de producir la suficiente.
La diabetes de tipo 2 se desarrolla con el tiempo y en ella influyen factores relacionados con el estilo de vida (a diferencia de la diabetes de tipo 1, que es una enfermedad autoinmune que ataca al páncreas y lo incapacita para producir insulina).
Según la organización benéfica Diabetes UK, se prevé que la diabetes de tipo 2 afecte a cinco millones y medio de personas en el Reino Unido de aquí a 2030, pero hay formas de reducir el riesgo de padecerla.
1. Incorpore el movimiento a su vida
Llevar un estilo de vida activo es fundamental para reducir el riesgo de padecer diabetes de tipo 2, además de todos los beneficios que el ejercicio aporta a la salud.
La dietista Dra. Carrie Ruxton, que trabaja con el Panel Asesor sobre el Té (TAP), afirma: "Un informe publicado en el World Journal of Diabetes descubrió que, aunque el ejercicio vigoroso era el mejor para reducir el riesgo, incluso caminar al menos 30 minutos al día disminuía el riesgo a la mitad aproximadamente".
2. Mantén un peso saludable para ti
El peso es sólo una parte del cuadro cuando se trata de nuestra salud -y algunas personas tienen por naturaleza una constitución más corpulenta o más masa muscular-, pero en términos generales, el sobrepeso está relacionado con tasas más altas de tipo 2.
Ruxton señala que las personas con obesidad tienen "hasta 80 veces más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con tener un índice de masa corporal inferior a 22".
3. Come más plantas y alimentos integrales
No hace falta ser totalmente vegetariano o vegano para aprovechar los enormes beneficios para la salud de consumir más cereales integrales, verduras, alubias y legumbres.
Según un estudio publicado en Diabetologia, se ha descubierto que una dieta rica en fibra reduce el riesgo de diabetes de tipo 2 en aproximadamente una quinta parte, mientras que las personas cuyas dietas contienen una amplia variedad de verduras, alubias, cereales integrales y legumbres suelen tener un menor riesgo de padecer numerosas enfermedades a largo plazo, incluida la de tipo 2.
"La fibra se encuentra en el pan, la pasta y el arroz integrales, así como en la avena, las legumbres, las verduras y la fruta", afirma la Dra. Gill Jenkins, médico de cabecera. "Los científicos creen que los tipos de cereales integrales son mejores para controlar el azúcar en sangre y reducir el riesgo de diabetes".
4. Beber más té
La clave para prevenir la diabetes de tipo 2 es mantener unos niveles saludables de azúcar en sangre y, según Ruxton, un reciente informe de la TAP revela que la taza de té diaria puede ayudar.
Los resultados se refieren al consumo regular de té negro y verde, mientras que un estudio publicado en el British Medical Journal reveló que tomar más de tres tazas de té al día se asocia a un menor riesgo de diabetes de tipo 2.
5. Dormir mucho
Dormir es vital para mantenerse bien en general, y las investigaciones también han descubierto que podría tener un papel en la diabetes tipo 2.
Un estudio dirigido por la Universidad de Bristol, publicado en Diabetes Care del año pasado, sugería que las personas que suelen tener dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidas presentan niveles de azúcar en sangre más elevados que las personas que suelen dormir bien, lo que podría aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2.