Amigo y compañero de San Bernardino de Siena, a los 26 años era gobernador de Perusa. Se casó, pero más tarde cambió de vida y obtuvo la dispensa para ingresar en los Hermanos Menores, lo que hizo en 1416, estudiando con San Bernardino y ordenándose sacerdote. San Juan Capistrano se convirtió en un gran predicador que, junto con otros franciscanos, revivió la Fe en los países centroeuropeos.


Sanó a la Orden de San Francisco de sus disensiones sobre la interpretación de la Regla de San Francisco. Predicó una cruzada para la defensa de Europa y dirigió personalmente un ejército en Belgrado donde, con el general Juan Junyadi, derrotó a los turcos en una gran victoria en 1456. El fracaso de los turcos en su intento de capturar Belgrado durante el asedio posterior salvó a Europa de ser invadida por los turcos. Murió poco después y su tumba adorna la ciudad de Villach, en Hungría.