Se trata de una iniciativa que, según la concejala de Movilidad y Transportes de la CM de Coimbra, Ana Bastos, provocará "una reformulación completa de la ciudad".

El documento prevé una red de 110 kilómetros de carriles bici estructurales, que pueden tener el potencial de atraer a un mayor número de ciclistas y que conectan la ciudad, entre los principales puntos de origen y los principales puntos de atracción, y 125 kilómetros en una red local.

El plan municipal supone una inversión de unos 25 millones de euros, pero los costes podrían ser superiores si se asocian a la recalificación de las infraestructuras subterráneas, según la concejala. Según Ana Bastos, la implantación de la red dependerá mucho de la financiación, criticando que el Gobierno lanzara, en 2019, la Estrategia Nacional de Movilidad Activa en Bicicleta sin un paquete financiero asociado.