"Las huellas se encuentran en una capa de rocas carbonatadas (caliza dolomítica) de la Formación Coimbra, que data de la etapa Sinemoriense (Jurásico Inferior). Estas huellas se atribuyen a dinosaurios ornitisquios y crocodilomorfos. Estos animales dejaron sus huellas en una vasta llanura costera, que existía en aquella época, donde actualmente se encuentra el municipio de Alvaiázere", dice un comunicado del Centro Portugués de Geohistoria y Prehistoria(CPGP) y del Instituto Politécnico de Tomar(IPT).

El descubrimiento, publicado en la revista internacional Historical Biology, permitió identificar una nueva especie de dinosaurio, denominada 'Moyenisauropus lusitanicus', por un equipo multidisciplinar de investigadores portugueses y posibilitó "ampliar el conocimiento sobre la diversidad de dinosaurios y otros vertebrados conocidos en el registro fósil del Jurásico inferior europeo y mundial".

Con una antigüedad de unos 195 millones de años, este registro es, según el CPGP, el más antiguo de dinosaurios en la Península Ibérica, después del hallazgo de huellas de saurópodos en Pedreira do Galinha (Monumento Natural de Huellas de Dinosaurios en la Serra de Aire), con unos 170 millones de años.

"El registro fósil del Jurásico Inferior en la Península Ibérica es escaso, por lo que este trabajo constituye una importante contribución al conocimiento de los dinosaurios del Jurásico Inferior a nivel internacional y a la reconstitución paleogeográfica y paleobiológica del Sinemuriano de Portugal", señala el CPGP.

El estudio ha sido dirigido por el profesor del Instituto Politécnico de Tomar y presidente e investigador del Centro Portugués de Geohistoria y Prehistoria, el paleontólogo Silvério Figueiredo, que también es investigador asociado del centro de Geociencias de la Universidad de Coimbra.

Participaron también investigadores de la Universidad de Coimbra; del MARE - Centro de Ciencias del Mar y del Medio Ambiente; del Geoparque NaturTejo; del Instituto D. Luís de la FCUL; de Al-Baiaz - Asociación para la Defensa del Patrimonio y del CAA-Portugal.

Además de los investigadores, también participaron en el trabajo de campo tres jóvenes estudiantes de secundaria, en el marco de unas prácticas de verano organizadas por Ciência Viva en colaboración con el CPGP e incluidas en el proyecto.