Marcelo Rebelo de Sousa hablaba en la reunión anual con las startups portuguesas que participarán en esta cumbre tecnológica, en la antigua arena real, junto al Palacio de Belém, en Lisboa - que esta vez, al contrario de lo que viene siendo habitual, no contó con la participación de la presidenta ejecutiva de Web Summit, que ahora es Katherina Maher.

"[Esta edición] va a ir muy bien. Y, ya te digo, irónicamente, lo que ocurrió no hizo sino aumentar la atención sobre la Web Summit. Es el tipo de publicidad que a veces parece negativa, pero es la mejor publicidad: digan cosas malas de mí, pero hablen, o digan que hay pequeños problemas, pero hablen", declaró el jefe de Estado.

Según el Presidente de la República, "en el equilibrio de poderes en el mundo, meterse con uno u otro interlocutor, con uno u otro protagonista de la Cumbre de la Web no hace sino demostrar la importancia de la Cumbre de la Web".

Paddy Cosgrave dimitió el 21 de octubre, después de que grandes empresas como Google, Meta y Amazon, cancelaran su participación en la Web Summit, a causa de un mensaje que publicó en la red social X, antes Twitter, sobre la guerra entre Israel y Hamás, por el que acabó pidiendo disculpas.

En esta reunión con el Presidente de la República y el Ministro de Economía, António Costa Silva, Web Summit estuvo representada por su vicepresidente y director para Portugal Artur Pereira.

Al final de la reunión, cuando los periodistas le preguntaron si estaba sorprendido por las palabras de Paddy Cosgrave y la reacción que provocaron, Marcelo Rebelo de Sousa respondió: "Cada uno dice lo que piensa. Vivimos en un país libre. Diga lo que piensa, y después aclare lo que dice, y después saque las consecuencias de las reacciones a lo que dijo".

El jefe de Estado defendió que "vale la pena" mantener la Web Summit en Portugal y que, de lo contrario, supondría "perder una posición en el mapa en un sector fundamental".

Marcelo Rebelo de Sousa dijo que no intervendrá en la clausura de la edición de este año -prevista entre el 13 y el 16 de noviembre- porque coincide con una ceremonia de conmemoración de la independencia de Guinea-Bissau, pero prometió aparecer otro día "de forma inesperada y sorpresiva, que es mucho más divertido".

En su intervención, el presidente de la República consideró que la llamada ley de 'startups', que promulgó en 2023, "puede ser mucho mejor", con "un régimen más generoso", y también que el Estado puede "apoyar un poco más" a estas empresas emergentes.

Previamente, el ministro de Economía señaló la ley portuguesa como una de las "más competitivas de Europa y del mundo" y afirmó que en los Presupuestos Generales del Estado para 2024, el Gobierno sigue "trabajando y luchando para tener unas condiciones óptimas" para las 'startups'.

"El IRC para las 'startups' se ha reducido al 12,5%, es uno de los más competitivos de Europa. Y también se mantendrá el régimen de no residentes para el personal de las 'startups'", destacó.

Según António Costa Silva, Portugal cuenta con cerca de 4.600 'startups' que constituyen "un ecosistema central" y para las que el Web Summit "es absolutamente vital" como "plataforma de diálogo" y de acceso a la inversión.

En virtud de un contrato firmado en 2018 con el Gobierno y el Ayuntamiento de Lisboa, Web Summit se comprometió a permanecer en la capital portuguesa otros diez años y a no celebrar eventos competidores en Europa durante ese periodo, recibiendo a cambio 11 millones de euros por cada edición -hasta un total de 110 millones de euros, de los que 80 proceden del Estado portugués, repartidos entre 2019 y 2028-.

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