El "ranking" de aerolíneas fue realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, en sus siglas originales), que agrupa a organizaciones no gubernamentales del ámbito del medio ambiente y el transporte, con el objetivo de promover un transporte más sostenible.
Según la investigación, de las 77 compañías aéreas de todo el mundo, la mayoría, el 87%, está fracasando en la transición, ya que sólo 10 están adoptando alternativas creíbles al "jet fuel" convencional.
Las otras 67 están comprando combustibles de aviación sostenibles, pero en cantidades insuficientes, o comprando el tipo equivocado de combustibles, o ni siquiera se plantean utilizar combustibles sostenibles.
TAP aparece en la lista de los peor clasificados, una lista que entre el puesto 41 y el último tiene cero puntos en todas las opciones analizadas para cada compañía.
La asociación ecologista Zero, que forma parte de T&E y que publica el análisis, afirma que sólo se conoce un vuelo de prueba con combustibles sostenibles para la reducción de emisiones de TAP en 2022, "no se conocen objetivos de uso de combustibles sostenibles para la aviación o e-SAF (combustible sintético) para 2030 ni inversiones o acuerdos relacionados con combustibles sostenibles para la aviación."
Zero añade: "Las aerolíneas, incluida TAP, no sólo están haciendo muy poco por adoptar combustibles de aviación sostenibles; muchas de ellas no están haciendo nada en absoluto, lo que plantea serias dudas sobre las medidas que deben adoptarse para mitigar su impacto climático".
Según el "ranking", las tres aerolíneas mejor clasificadas son Air France-KLM, United Airlines y Norwegian, por su utilización (uso o inversión) de combustibles sostenibles (SAF- Sustainable Aviation Fuel).
En la lista, las aerolíneas recibieron puntos por establecer objetivos de incorporación de e-SAF y combustibles de aviación sostenibles (ya sea por compras reales o por compromisos adquiridos).
El documento también denuncia la falta de inversión de los productores de combustible fósil para aviones en SAF (menos del 03% de la producción anual de combustible de aviación hasta 2030), y, "aún peor", los planes que existen son para bioSAF (y no para e-SAF, que es un combustible sintético producido a partir de electricidad renovable, hidrógeno verde y dióxido de carbono capturado directamente del aire).
En todo el mundo, la adopción de combustibles sostenibles es muy baja. Según el estudio, para las 77 compañías aéreas evaluadas, los volúmenes previstos de combustibles sostenibles para la aviación supondrán una reducción de apenas el 0,9% de las emisiones en 2030.