Paseando por la librería, la portada de "Si fuéramos villanos" me pareció muy interesante, era tan sencilla, pero a la vez tan impactante, que me dieron ganas de leer la sinopsis. Me cautivó desde el momento en que leí que la acción se desarrollaría en un Conservatorio Clásico Dellecher, una escuela de arte y que los protagonistas estudiaban teatro, concretamente a Shakespeare.

El autor fue más allá y se centró también en aspectos morales, así como en el comportamiento de las personas, combinado con un montón de citas de Shakespeare.

Los personajes

La historia la cuenta Oliver Marks, uno de los alumnos de Dellecher. Oliver cuenta su historia a Colborne, un detective, después de pasar 10 años en la cárcel tras ser condenado como asesino de uno de sus mejores amigos. Oliver es descrito como un chico corriente, ingenuo, leal, que siempre consigue los papeles secundarios en las obras de teatro que se presentan a final de curso, o en el especial de Halloween.

Oliver está en su último año de estudios, habiendo estado siempre al lado de sus seis amigos, James, Filippa, Wren, Richard, Meredith y Alexander. James es descrito como el mejor amigo de Oliver y parece que son los únicos que comparten habitación. Wren es la prima de Richard y Meredith tiene algún tipo de relación amorosa con Richard. Filippa, a menudo llamada Pip, comienza como un personaje muy discreto, que va ganando importancia durante la narración, y es un gran apoyo para Oliver. Alexander es un chico gay, muy cercano a James y Oliver, y aunque muy estereotipado, es un personaje de gran importancia, dado el final de la historia.

Es fácil sumergirse en el mundo de los personajes, ya que cada uno de ellos está elaborado con detalles específicos que irán cobrando sentido a lo largo de la historia. Cada uno de ellos se asemeja en cierto modo al modelo de personajes de Shakespeare, aunque con un toque moderno, ya que en este libro se menciona bastante el alcohol y las drogas, durante las fiestas que se celebran en el castillo de Dellecher.


La narración

El libro está dividido en cinco actos, separados por escenas, al igual que una obra dramática.

El prólogo cuenta la historia del presente, desde la perspectiva de Oliver, mientras que las escenas son como flashbacks de lo que ocurrió antes y después del momento en que cambian las tornas y la historia.

Además de que la historia principal se centra en los flashbacks, se describen todos los detalles, desde las emociones hasta los lugares donde transcurre la acción, y por supuesto con mucho Shakespeare. El lector viajará a lo largo de la caída de Oliver y su grupo de amigos tras la primera tragedia de la historia.

Como el grupo está estudiando a Shakespeare, ya conocen algunas citas de las obras del autor. Es habitual que tengan conversaciones completas basadas sólo en las citas de Shakespeare; sin embargo, al final todas tienen sentido. Para entender la historia, es importante prestar atención a todos los detalles, M. L. Rio prefiguró las acciones de todos los personajes a lo largo de la historia, especialmente con la ayuda de Shakespeare.

La moralidad

Yo diría que "Si fuéramos villanos" puede dar lugar a grandes debates, ya que las cuestiones morales se trabajan a lo largo de la narración, especialmente desde el Acto III hasta el final, donde el grupo tiene que tomar una decisión en conjunto.

Colborne, el detective, debió entender que el grupo se debatía en cuestiones internas y retos que le llevaron a sentirse perturbado y a no querer abandonar la escuela hasta encontrar la verdad real, de un caso que parecía resuelto.

¿Hacia dónde conduce la historia?

Cuando todo parecía normal, dado el contexto de la narración, M. L. Rio describe los momentos en los que los actores actúan ante el público, todo ello explicado a través del punto de vista de Oliver. Las presentaciones son momentos clave de la narración, así como sus ensayos. Es ante el público cuando Oliver empieza a comprender que el personaje ya forma parte del actor, lo que dificulta distinguir quién es quién.

La historia empieza a tener un nuevo rumbo cuando, por primera vez, algunos de los alumnos interpretan papeles diferentes a los que están acostumbrados, lo que crea conflictos entre el grupo y, sobre todo, conflictos internos en los personajes.

¿Alguien tiene prisa?

"Si fuéramos villanos" me sorprendió hasta el final, y presté atención a todos los detalles. Sin embargo, el final del libro "rompió" la narrativa que se estaba construyendo a lo largo de las 300 páginas anteriores del libro.

El punto en el que se responderían todas las preguntas me pareció precipitado. Los personajes, concretamente Oliver, empezaron a realizar acciones que, según lo que había leído antes, nunca ocurrirían. Parecía que M. L. Rio quería llegar al final del libro lo más rápido posible, creando algo parecido a un vacío en la acción. Estoy seguro de que el lector sabía que tendría que llegar un final, pero, en mi opinión, fue injusto cómo llegó ese gran final.

Lo que empezó como una gran historia, evolucionando a su debido tiempo, se convirtió en una autopista, en términos de escritura. La acción escaló tan rápido que, en cierto momento, me resultó confusa de leer, pero, como dice Oliver, "puedes justificar cualquier cosa si lo haces lo suficientemente poético". Y "Si fuéramos villanos" era lo suficientemente poético como para que yo disfrutara de la historia y sugiriera a todo el mundo que la leyera.

Consideraciones finales

El primer libro de M. L. Rio es una lectura obligada para todos, especialmente para quienes admiran la obra de Shakespeare. Se nota que se realizó una intensa investigación y estudio de las obras de William Shakespeare. Sólo alguien con mayor conocimiento de la obra del autor podría escribir un libro como "Como si fuéramos villanos". Si tuviera que puntuar el libro, le daría 4 de 5 estrellas, debido a la aparente prisa por llegar al final.


Author

Deeply in love with music and with a guilty pleasure in criminal cases, Bruno G. Santos decided to study Journalism and Communication, hoping to combine both passions into writing. The journalist is also a passionate traveller who likes to write about other cultures and discover the various hidden gems from Portugal and the world. Press card: 8463. 

Bruno G. Santos