En términos medios, en 2023, el salario neto, es decir, después de los descuentos de la Seguridad Social y las retenciones de Hacienda, creció sólo un 2,97%, hasta los 1.041 euros, cuando la inflación media anual fue del 4,3%, casi un 50% más que el incremento de los sueldos, según ECO.
Esto significa que, incluso con un aumento de 30 euros, el salario medio neto perdió, en el año anterior, 13,47 euros por el impacto de la subida de precios. Para neutralizar este efecto, el salario medio mensual tuvo que aumentar 43,47 euros, hasta los 1.054,47 euros.
El primer trimestre de 2024, sin embargo, trajo una mejora, ya que el salario medio subió un 6,3%, por encima de la inflación, del 2,3%, lo que se tradujo en una ganancia real de 39,99 euros.