Tras 188 días de gestación, la cría macho nació el 13 de febrero, con un peso aproximado de 7,4 kilos. Un mes después, el hijo de Romina y Kibwana ya pesaba 18 kilos.

En un comunicado, el Zoológico de Santo Inácio explica que este hipopótamo pigmeo se mantuvo alejado del público para recibir los cuidados maternos necesarios en los primeros meses de vida, así como para adaptarse a la vida en el agua, característica de esta especie.

Se trata de la cuarta cría de esta pareja reproductora, que también es abuela de al menos dos animales en otros zoológicos.

El hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis) está incluido en el Programa Europeo de Conservación de Especies Amenazadas(EEP) de la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios(EAZA).

Se estima que hay menos de 2.500 animales de esta especie en el mundo.


Por ello, el Zoo Santo Inácio considera que el nacimiento de una cría macho es "fundamental para la continuidad y conservación de la especie a escala global".

"Sólo uno de cada 10 nacimientos resulta en machos", destaca el zoo, cuya directora, Teresa Guedes, clasifica este nacimiento como "particularmente especial".

"Se estima que hay menos de 2.500 hipopótamos pigmeos en el mundo, y la especie está clasificada como 'En Peligro' por la UICN. Cada nueva vida representa una oportunidad para garantizar el futuro de la especie y demuestra que vamos por buen camino en nuestro compromiso con la conservación de las especies, especialmente las amenazadas de extinción", afirma Teresa Guedes, citada en el comunicado de prensa.

Originarios de Liberia y Costa de Marfil, los hipopótamos pigmeos están al borde de la extinción "especialmente debido a la deforestación, donde los bosques de su área de distribución histórica son constantemente explotados, cultivados, convertidos en plantaciones (caucho, café y aceite de palma) y colonizados".