La reacción de Leitão Amarão se produjo, al término del Consejo de Ministros, después de que el Patriarca de Lisboa, Rui Valério, criticara la posibilidad de que el Gobierno imponga cuotas a la inmigración en una entrevista concedida a Rádio Renascença.

"El Gobierno tiene una visión realista y humanista de la inmigración, tanto de la emigración portuguesa al extranjero como de la inmigración a Portugal", subrayó el ministro.

Leitão Amaro afirmó que el Gobierno encontró "la política migratoria en un estado de total desorden, con un caos operativo total sin capacidad de respuesta en el sector público, con reglas incorrectas en cuanto a la entrada".

Según el ministro de la Presidencia, responsable de supervisar la migración, el Gobierno, a la luz de lo que encontró, tuvo que "revisar las reglas, cambiar la organización, ajustar los procedimientos y crear nuevas soluciones".

"Tenemos varias normas que contribuyen a lo que llamamos migración regulada, pero es un enfoque humanista, pues sabemos que hay migrantes económicos y hay personas necesitadas, los solicitantes de asilo, personas en profunda vulnerabilidad que tenemos el deber humanitario de acoger", subrayó.

"Los lenguajes de puertas completamente cerradas, de exclusión inhumana de personas en total necesidad, no tienen cabida en nuestro léxico", mantuvo.

Con una visión política de la migración regulada, humanista y realista, Leitão Amaro reforzó que las puertas no están ni "abiertas de par en par ni completamente cerradas".

"Este es un Gobierno que cree, por un lado, en la inmigración regulada con una supervisión ordenada y, por otro, en la inmigración humanista, y esto significa no sólo en términos de entrada, sino también de integración de los que llegan, que era obviamente otra área en la que el aparato del Estado estaba fallando profundamente en relación con los seres humanos a los que abrimos nuestras puertas y luego olvidamos, ignoramos y no tratamos bien", añadió.

Rui Valério declaró a Rádio Renascença que imponer cuotas a la inmigración puede "condenar a alguien a condiciones de supervivencia, si no de muerte".