"La incertidumbre es terrible, y con la incertidumbre la cadena de distribución en Estados Unidos ha parado los pedidos de vinos portugueses y de vinos de Europa y, por lo tanto, en este momento nos enfrentamos a un problema terrible y no somos capaces de vender", dijo el presidente de la asociación.
Paulo Amorim también teme que, si los aranceles llegan a materializarse, "la mayor parte de las pérdidas serán soportadas por los productores de vino", lo que considera una "gigantesca injusticia".
El responsable habló con los periodistas tras reunirse, junto con otras 16 asociaciones del sector, con el Ministro de Economía y el Ministro de Agricultura y Pesca, en Lisboa, en el marco de los aranceles anunciados por el Presidente de Estados Unidos.
El presidente de ANCEVE afirmó también que el vino portugués necesita "un nuevo plan Porter", que "ayude a promover el vino portugués de forma más dinámica", teniendo en cuenta que "el vino lleva el nombre de Portugal por todas partes".