La empresa con sede en Valado dos Frades, en el municipio de Nazaré, distrito de Leiria, dijo en un comunicado que "asumirá una valoración superior al salario mínimo nacional definido por el Gobierno".

Tras verse obligada a recurrir a un PER en los últimos años, la empresa asociada a las porcelanas de Alcobaça considera tener "condiciones para reconocer el esfuerzo de su equipo", a través de la aplicación de medidas que incluyen la revisión del valor diario del subsidio de alimentación, "que ahora representa 88 euros al mes por 22 días de trabajo".

Tras definir un objetivo de producción y facturación mensual, Spal mantendrá también en 2022 el premio a la productividad establecido el año pasado, que incluye un componente de asiduidad.

El objetivo, según el comunicado, es "seguir premiando el compromiso de todos con los objetivos de la empresa" y, paralelamente, "conservar equipos más equilibrados en términos de experiencia", en una dinámica de turnos rotativos en la que los elementos más jóvenes "se beneficiarán de los conocimientos de varios años de elementos más experimentados".

La formación interna será otra de las prioridades de Spal, cuya estrategia de cara a 2022 "pasa claramente por una apuesta por sus recursos humanos, sin los cuales no sería posible cumplir los ambiciosos objetivos que se ha marcado", señala la compañía, que avanza la contratación de una treintena de nuevos trabajadores en la fábrica.

El fabricante de porcelana recurrió al PER en septiembre de 2020, para hacer frente a la crisis empresarial que le generó una deuda de 25,6 millones de euros con 124 acreedores, y al despido de 140 trabajadores en el marco de un plan de reestructuración, quedando otros 263 empleados en activo.

El plan preveía el pago de las deudas a los acreedores en 150 plazos.

Antes de la aprobación del PER, la empresa precedió a la venta de la posición del accionista FACCE, y el principal accionista, Cup & Saucer, se quedó con la totalidad del capital.

Desde abril de 2021, la SPAL está presidida por el líder de la Confederación de la Industria Portuguesa (CIP), António Saraiva.