El granizo ha costado a la nación 5.100 millones de euros y ha afectado a la mitad de las ciudades francesas. La sequía también impone riesgos de deterioro del suelo, por lo que más de 10 millones de hogares franceses corren el riesgo de quedar inhabitables. En comparación, las reclamaciones de seguros relacionadas con el clima en la década de 1980 sumaron sólo 1.000 millones de euros al año.