La Cámara de Abrantes (Santarém) pretende que se lleven a cabo acciones de sacrificio de jabalíes en las zonas urbanas, con el alcalde del municipio expresando su preocupación por el creciente número de avistamientos y animales que circulan por la ciudad.

"Este es un asunto que nos preocupa y que no es nuevo, con avistamientos en las zonas urbanas del municipio desde hace más de una década, pero en los últimos cuatro o cinco años, los informes de avistamientos de jabalíes en la región son cada vez más frecuentes en el centro de la ciudad" de Abrantes, dijo el alcalde del municipio a Lusa, habiendo indicado el temor de "posibles ataques de los animales, si se sienten amenazados", además de "poner en peligro la seguridad vial".

Al constatar que "no hay constancia de ataques" de jabalíes a personas en Abrantes, Manuel Jorge Valamatos (PS) defendió, sin embargo, la necesidad de crear una "estrategia" y un "marco legal" capaz de "mitigar la presencia excesiva de animales de esta especie" dentro de la ciudad.

"El ICNF [Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques] ha expedido licencias para el sacrificio ocasional de jabalíes en zonas de caza y, allí, ha habido intervenciones de asociaciones de cazadores", observó, señalando, sin embargo, que "no se expiden licencias para disparar dentro de las ciudades".

Anpromis - Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo también se ha pronunciado, habiendo indicado, en un informe presentado en julio, que los daños causados por los jabalíes en la cosecha de maíz alcanzaron, el año pasado, los ocho millones de euros.

Según la entidad, el "aumento incontrolado de la población de jabalíes que se viene observando en los últimos años en nuestro país está causando daños masivos y crecientes al sector agrícola nacional", concluyendo Anpromis que "los daños causados por los jabalíes en los campos de maíz de sus asociados representaron, en 2022, un valor extremadamente elevado, en torno a los 8,0 millones de euros".