La expedición TREC - "Traversing European Coastlines"-, que comenzó en abril de 2023 y está previsto que concluya en junio del próximo año, recorre por primera vez la costa europea, desde el Mar Báltico hasta el Mar Mediterráneo, en una iniciativa liderada por el Laboratorio Europeo de Biología Molecular(EMBL).

En Portugal, la expedición ya ha pasado por Oporto y ahora se encuentra en la parte sur del país, elegida por ser la "frontera" entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo, explica a los periodistas Kiley Seitz, microbióloga del suelo norteamericana e investigadora del EMBL.

"Aquí es donde dejamos el [océano] Atlántico y empezamos a dirigirnos hacia el [mar] Mediterráneo. Intentamos cubrir muchos gradientes diferentes, y como tenemos este cambio justo aquí, vamos a tener una buena visión del impacto del agua y la tierra, de cómo se ha movido dentro y fuera del océano", explica la investigadora.

Este proyecto, sin precedentes a escala europea, con análisis en más de 120 lugares de 46 zonas del continente, pretende estudiar los ecosistemas costeros y cómo responden los organismos a los factores ambientales naturales y al impacto humano a diferentes escalas.

La expedición TREC combina la recogida de muestras de suelo, sedimentos, aguas poco profundas y organismos, por parte de una docena de investigadores presentes en cada parada, tanto en tierra como en el mar, donde se utiliza un barco laboratorio con tecnología propia.

La primera fase del proyecto finaliza en noviembre con la siguiente parada, en Cádiz, en la vecina España. La segunda fase se extiende de febrero a agosto de 2024, recorriendo la costa mediterránea y finalizando en Malta.

"Nunca ha habido un proyecto como este. (...) Es algo sin precedentes y realmente esperamos que sea un punto de partida para este tipo de recogida de datos a gran escala", afirma el científico, durante una visita guiada al laboratorio móvil, uno de los tres vehículos que participan en la expedición, instalado temporalmente junto al Centro de Ciencias del Mar de la Universidad del Algarve, uno de los 70 socios locales que participan en el proyecto.

En este laboratorio móvil, que cuenta con un horno para secar las muestras y un espacio de almacenamiento, sólo se realizan análisis básicos, ya que todas las muestras se envían a la sede del EBML en Heidelberg (Alemania), donde se llevarán a cabo más pruebas. completas.

Los científicos también recogen datos sobre contaminantes, antibióticos y pesticidas, pero también sobre la temperatura específica, la salinidad, los niveles de oxígeno y los parámetros geofísicos de cada una de las zonas analizadas.

Al comprender cómo se adaptan los organismos y ecosistemas a los cambios ambientales a nivel molecular y celular, las conclusiones extraídas del proyecto servirán de base para estudiar los cambios costeros y ecosistémicos en los próximos años.

"Queremos responder a preguntas importantes, como el impacto que el ser humano está teniendo en el medio ambiente. (...) Todos nuestros datos se harán públicos y esperamos poder empezar a hacer preguntas mucho más grandes y trabajar con gente muy diversa para definir hacia dónde ir", dice Kiley Seitz.

Obviamente, añade, "el objetivo final sería conseguir la biorremediación", el proceso de utilizar organismos vivos para reducir o eliminar contaminaciones en el ecosistema, "mediando el impacto humano" en la naturaleza.

Un objetivo que "llevará años y años", reconoce. "Nuestra esperanza es que esa base esté aquí para que otros laboratorios puedan empezar a ayudarnos, enfocando nuestra perspectiva sobre cómo podemos hacer esto mejor".

La expedición TREC está dirigida por el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), junto con la Fundación Océano de Tara, el Consorcio Océanos de Tara y el Centro Europeo de Recursos Biológicos Marinos(EMBRC).

En total, la iniciativa reúne a más de 150 equipos de investigación de más de 70 instituciones de 29 países europeos.