1. Pase más tiempo al aire libre
Puede que haga más frío, pero pasar tiempo al aire libre podría ser lo mejor para proteger tu bienestar emocional a medida que se acercan los días más cortos.
"Cuando cambian los relojes, el reloj interno del cuerpo, nuestro ritmo circadiano, tiene que reajustarse y puede desincronizarse con nuestro ciclo estándar de noche y día. Nuestro cuerpo puede tardar unos días en adaptarse al nuevo patrón de sueño, lo que puede afectar a nuestras hormonas y temperatura", explica la doctora Harriet Leyland, asesora clínica de myGP.
Para mitigarlo, "pasa más tiempo al aire libre", sugiere. "La luz del sol puede aliviar la somnolencia, ya que limita la liberación de melatonina, una hormona que induce el cansancio y te prepara para ir a la cama".
Jodie Relf, instructora de pilates y dietista titulada de myOva, sugiere incluir esta actividad en la rutina diaria.
"Salir a la calle puede ser más difícil con el cambio de hora, ya que para muchos de nosotros es de noche tanto al ir como al volver del trabajo. Por lo tanto, intentar salir durante el día, a la hora de comer, puede ser beneficioso en los meses de invierno", dice Relf.
2. Piensa en la temperatura de tu cuerpo
Puede que fuera haga frío, pero no queremos pasar calor dentro de casa, sobre todo a la hora de dormir.
"Dormimos mejor en un ambiente fresco, y la temperatura ideal del dormitorio es de 16-17 ºC", dice el doctor Guy Meadows, cofundador y director clínico de la Escuela del Sueño. "Para dormir mejor, apaga la calefacción y cambia el edredón ligero de verano por uno de invierno de mayor gramaje. Alternativamente, usa una combinación de sábanas, edredones y mantas, ya que así podrás regular más fácilmente tu temperatura por la noche para dormir mejor".
3. Prepárate para dormir bien
Si siempre te cuesta conciliar el sueño con el cambio de hora, prepárate.
"Ajuste gradualmente la hora de acostarse en los días previos al cambio de hora: acuéstese entre 15 y 30 minutos antes cada noche durante unas cuantas noches antes", sugiere Meadows, explicando que esto le ayudará con el cambio de hora.
Créditos: PA; Autor: PA;
4. Come un plato colorido
Aunque puede que lo único que te apetezca sea comida casera para calentar las noches más frías, comer bien es una de las mejores formas de contribuir a tu bienestar general, ya que te ayuda con la energía, la inmunidad, el estado de ánimo y el sueño.
"Sigue una dieta equilibrada con una gran variedad de alimentos vegetales como frutas, verduras y cereales integrales, así como proteínas magras", explica Dana Moinian, psicoterapeuta de The Soke. "Evita las comidas pesadas o con alto contenido en azúcar cerca de la hora de acostarte".
5. Ver a los amigos
Aunque los planes sociales hayan decaído con respecto al verano, hibernar y distanciarte demasiado podría ser perjudicial para tu bienestar.
"Pasa tiempo con tus amigos y seres queridos", dice Moinian. "Socializar mejora de forma natural el estado de ánimo y reduce los niveles de estrés". Así que saca la agenda y planifica salidas y reuniones divertidas.