La mandrágora es una planta que crece desde Portugal hasta Grecia. En el caso particular de Portugal, sólo crece en el Algarve y el Alentejo y son plantas raras de encontrar. Se calcula que sólo hay 400 plantas de esta especie en el país, repartidas en nueve lugares, que ocupan unos 60 kilómetros cuadrados del territorio portugués.

Es durante el otoño cuando florecen las flores de esta planta, entre noviembre y enero. La flor tiene cinco pétalos de color púrpura, en forma similar a un triángulo. La flor también tiene cinco estambres. Durante el verano crece el fruto, pero no es comestible. El fruto, redondo y anaranjado, desprende un olor muy tóxico que no resulta muy agradable al olfato.

La planta crece en campos sin cultivar, por ejemplo cerca de olivos y en bosques de pinos. Suele crecer en lugares soleados, en suelos bien drenados y llenos de minerales. Aunque soporta muy bien las temperaturas altas y bajas, la planta no soporta las heladas ni los suelos muy húmedos.


Supersticiones

En la cultura portuguesa, esta planta otoñal está vinculada a tradiciones, folclore y supersticiones. La raíz de la planta tiene una forma similar a la de un ser humano, lo que da lugar a diversas creencias, como que el grito de la raíz marearía a la gente, o incluso volvería loca a la persona. La planta se cosechaba durante la luna llena, cerca de la salida del sol o cerca del equinoccio de primavera. Durante la Edad Media, la gente ataba la cola de un perro negro a la planta, para que el perro la recogiera en cuanto corriera.

Aunque cosechar una mandrágora podía considerarse peligroso, la gente era lo bastante valiente para hacerlo, ya que creía que la planta podía proteger a la gente del mal e incluso curar cualquier enfermedad, espiritual o no, como en Harry Potter y la Cámara de los Secretos, donde las mandrágoras se utilizaban para curar a los que estaban congelados por el basilisco.

Hoy en día, la gente sigue creyendo que una mandrágora puede proteger una casa del Mal de Ojo, obtener riqueza o arrebatársela a alguien. A pesar de la evolución de la ciencia, a algunas personas les sigue gustando utilizarla con fines medicinales. La mandrágora se utiliza en tratamientos homeopáticos, por ejemplo, pero es aconsejable dejar esto en manos de un profesional cuando se utiliza la mandrágora para curar enfermedades, ya que los efectos secundarios de un uso incorrecto de la planta pueden ser más difíciles de tratar que la enfermedad.

Puede que la gente conozca la planta por la saga de Harry Potter, pero ¿por qué no salir e intentar averiguar más cosas sobre esta misteriosa planta, que está llena de tradición y superstición? Pero ten cuidado, ¡escuchar el grito de una mandrágora puede ser lo último que hagas!


Author

Deeply in love with music and with a guilty pleasure in criminal cases, Bruno G. Santos decided to study Journalism and Communication, hoping to combine both passions into writing. The journalist is also a passionate traveller who likes to write about other cultures and discover the various hidden gems from Portugal and the world. Press card: 8463. 

Bruno G. Santos